En el segundo trimestre del año, el informe de compromisos financieros elaborado por el Indec reflejó el brutal endeudamiento que necesitó firmar el Gobierno para hacerle frente al saldo comercial negativo, sumado a la remisión de utilidades para inversores o empresas extranjeras que compraron títulos del Estado argentino.

7541 millones de dólares arrojó la suma que tanto el sector público y como el privado con inversores extranjeros, tomó como deuda solamente en el segundo trimestre de 2017. 

Las cifras que difundió el Indec revelan que la cuenta corriente dio un saldo negativo de U$S 5.954 millones. Allí se agrupan los ingresos por exportaciones de bienes y servicios, las salidas por importaciones (la diferencia neta fue de U$S 2.954 millones), los intereses y dividendos percibidos por los inversores radicados en el exterior (U$S 3.259 millones) y otras transferencias (U$S 259 millones a favor de nuestro país). 

Para cubrir ese rojo en las cuentes, “las necesidades netas de financiamiento fueron cubiertas principalmente por emisiones de deuda del Gobierno general y por disminución de activos de reserva del Banco Central de la República Argentina (BCRA)”, estas últimas se redujeron 2.804 millones de dólares en el segundo trimestre. 

Según concluyó Tiempo Argentino, la deuda externa al cierre del segundo trimestre del año ascendía a U$S 201.799 millones. Esa suma, que incluye tanto la pública tomada por el gobierno y otros organismos oficiales como la de agentes privados, creció en U$S 6.538 millones con relación al trimestre anterior.