El nivel de consumo en los hogares de menores recursos se frenó abruptamente en abril y mayo, según se desprende de estudio realizado por la consultora de consumo masivo Kantar Worldpanel y el porqué de esa caída es la inflación y la pérdida de poder adquisitivo en el salario. 

En el año 2017 el consumo ya venía en caída. A nivel general había retrocedido un por ciento en el año, no obstante el 17 por ciento de los hogares más pobres (clasificado como "nivel bajo inferior" por la consultora) se había recuperado un 3 por ciento luego del abrupto golpe del año 2016.

En el primer trimestre de 2018 el consumo en esos hogares se incrementó a un ritmo más lento de 1 por ciento. Pero luego en abril y mayo la inflación y la pérdida de ingresos generaron una reducción en el consumo de esas franjas de población, cayendo un 2 por ciento.

“Las mejoras de cierre 2017 y principios 2018 se licuaron”, puntualizó Federico Filipponi, director comercial de la consultora.

De acuerdo a Kantar Wolrdpanel, los precios de la canasta de consumo masivo pasaron de una variación anual de 17 por ciento a 21 por ciento, erosionando enormemente el poder adquisitivo y los salarios reales, lo que fue determinante para la caída del consumo de los hogares.

El gobierno trata de subsanar con una mano este golpe feroz a los sectores "más vulnerables" que dice proteger. Así, se reactivan las facilidades de pagos y las cuotas, pero en sus versiones cada vez más degradadas. En provincia de Buenos Aires, el banco Provincia por ejemplo a promoción de 50 % de descuento para compras en supermercados (favoreciendo a los empresarios amigos que más remarcan precios), pero con una condición: será sólo para productos de la canasta básica.

“Para los hogares de bajos recursos, el consumo masivo es el principal gasto ya que le destinan el 57 por ciento de sus ingresos, de esta manera el comportamiento de los precios es central para entender la evolución, cuando estos se aceleran muy rápido tienen que ajustar”, explicó Filipponi.