El nuevo ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Buryaile, que asumirá con su sueldo embargado por un fallo judicial, anunció que un día después de que asuma Mauricio Macri, sacará las retenciones a los producido por el suelo de todos los argentinos y comerciado por unos pocos. El maíz, el trigo y la carne no tendrán retenciones, mientras que bajará del 35 al 30% las de la soja.

"Las retenciones a las exportaciones de soja van a bajar 5% desde el comienzo de la gestión de Mauricio Macri, tal como se prometió en la campaña electoral. Lo que estamos viendo es cuál va a ser la metodología que se va a utilizar", dijo a Clarín el designado ministro.

El objetivo, de acuerdo con el esquema de reducción de las retenciones a la soja elaborado por la Fundación Pensar (el "think tank" de Macri), seguiría con el 5% anual, por lo que se calcula que recién en siete años desaparecerían.

Asimismo, Buryaile también confirmó que "se eliminarán desde el primer día las retenciones al trigo y el maíz, en línea con lo que prometimos". En cuanto al trigo, sus derechos de exportación están actualmente en 23%, mientras que los del maíz se ubican en el 20%.

El próximo ministro de Agricultura adelantó también que se terminará el primer día con las retenciones al girasol, que hoy es del 32%. También confirmó que se eliminarán completamente las retenciones a la exportación de carne, que hoy se ubican en el 15%.

Según estiman desde la Sociedad Rural, son alrededor de 8 mil millones de dólares los que pierde el Estado por el usufructo de su suelo y se lo quedan los grandes productores que desde hace meses especulan con este presente acopiando la producción y desabasteciendo al mercado interno.

De cumplir la medida, se desfinancia al Estado, permitiría acrecentar la grieta entre los grupos económicos que explotan al campo y los ciudadanos pierden el derecho a las riquezas del suelo argentino. También se verá reflejado en el precio de esos productos para el mercado interno, que sumado a la devaluación afectarán directamente al bolsillo de los consumidores.