La organización financiera que nació en el seno de las Naciones Unidas en 1944 -con el objetivo de reducir la pobreza, otorgar créditos sin interés y apoyos económicos a países en desarrollo- se acordó un poco tarde, pero ahora reconoció la necesidad de legislar en el ámbito internacional sobre un marco institucionalizado sobre reestructuraciones de deuda soberana.

El Banco Mundial señaló que, ante la "ausencia de un marco internacional institucionalizado para tramitar las reestructuraciones de deuda soberanas", la Argentina atraviesa una situación de "impasse" financiero con una minoría de acreedores buitres.

Además, la entidad financiera global destacó el papel que juega nuestro país en la creación de herramientas que ayuden a otros países a sobreponerse a los abusos de las economías dominantes.

El economista en Jefe para la región del BM, Augusto De la Torre, reconoció que "como no hay un marco internacional institucionalizado para resolver esto, Argentina tiene que usar de su propia creatividad y espacios de maniobra para encontrar una solución que le permita salir de este impase".

El pronunciamiento de De la Torre llegó apenas veinticuatro horas después de que el Fondo Monetario Internacional se pronunciara a favor de establecer pautas que impidan a los fondos buitres interrumpir los procesos de reestructuración de deuda soberana.