El último informe del Banco fundamenta destaca el consumo como motor del cambio de las perspectivas anunciadas en enero pasado, pasando de una caída del 0,3 por ciento del Productor Bruto Interno (PBI) a un crecimiento del 1,1 por ciento.

El optimismo se basa en que nuestro país experimenta un "modesto crecimiento" que "es impulsado por el consumo público", destacando el salto en la confianza de los inversores para con la Argentina.

No obstante, el informe advierte que "los países en desarrollo enfrentan una dura transición en 2015, con mayores costos de endeudamiento y menores precios para el petróleo y otros productos básicos". Por ejemplo, la baja en la cotización de la soja "ha reducido los ingresos de exportación".

Para los próximos años, el BM prevé para la Argentina que "la actividad económica crezca en 2016 y 2017 en un entorno macroeconómico más fuerte y con acceso recuperado a los mercados internacionales de capital”. Por eso, proyecta un crecimiento de 1,8 y el 3 por ciento para 2016 y 2017, respectivamente.