De acuerdo a un relevamiento de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), de los 120.000 kioscos que existían en todo el país entre 2016 y 2018, cerraron 28.000 producto de los “tarifazos” de la era macrista.

Pero, a causa del coronavirus, solamente el 40 por ciento de los 90.000 locales que sobrevivieron a Mauricio Macri continúa trabajando, con ventas que se desplomaron entre un 60 y 80 por ciento y teniendo que seguir pagando las cuentas.

Eduardo Medina, titular de la Cámara de Kiosqueros Unidos, aseguró que "la venta bajó un 80 por ciento" al no circular gente por las calles –potenciales clientes del kiosco– y por lo tanto "es prácticamente imposible" sobrevivir como emprendimiento económico.