La suba inflacionaria de 2,3 por ciento registrada en marzo no tiene mayor importancia para el ministro Nicolás Dujovne porque, como anunció, “esos números van a ser todavía más altos en abril…”

En efecto, los insólitos dichos del funcionario tienen que ver con que, teniendo en cuenta que los interminables tarifazos en los servicios públicos son el principal motor de las subas, abril será peor porque están en curso y se vienen nuevos aumentos.

Este mes, por ejemplo, se aplicó el segundo aumento en los pasajes de colectivos: el boleto mínimo pasó de 8 pesos a 9; y por si fuera poco, ya está previsto que en junio próximo trepe hasta 10 pesos. Respecto a los trenes, las líneas Mitre, Sarmiento y San Martín tendrán desde junio un boleto de 6,75 pesos.

Si bien a principios de año se anunció una suba del 43 por ciento en el pasaje del subte porteño, de 7,50 a 11 pesos, una serie de requerimientos burocráticos pospusieron la suba. No obstante, se efectivizará en mayo, tras la audiencia pública convocada a esos efectos.

AYSA efectuará un incremento de la tarifa del agua de 26 por ciento desde el 1 de mayo próximo, llevándola la tarifa promedio por mes (agua más cloaca) a 416 pesos.

Durante abril también aumentaron los precios de las naftas y el gasoil entre 3 y 6 por ciento, con el conocido efecto inflacionario que tiene este rubro, ya que impacta directamente en distribución y fletes de productos de consumo masivo.

Y desde el primer día de este mes, como se sabe, la tarifa de gas sufrió un incremento promedio de 32 por ciento, que impacta especialmente en sectores de bajos consumos, para los que el tarifazo llega al 40 por ciento.