Según trascendió en los medios, la vicepresidenta envió señales a los fondos involucrados después de que el 8 de mayo se cerrara la oferta del Gobierno con la aceptación de menos del 15 por ciento de los acreedores.

La ex presidenta hizo varias gestiones para mandar señales políticas a los fondos los que pasaron de estar convencidos de ir a un litigio judicial a tener predisposición a discutir una nueva propuesta.

Cristina impulsó una conversación entre Miguel Galuccio, con quien tiene diálogo fluido, y Larry Fink, el CEO del fondo BlackRock.

En BlackRock habían quedado molestos por la filtración de una propuesta y, para llegar a buen puerto, era clave dar vuelta esa postura. Tras el diálogo con Galuccio, Fink encomendó al mexicano Gerardo Rodríguez Regordosa, ex subsecretario de Hacienda de Felipe Calderón, que negocie un acuerdo. Rodríguez Regordosa había tenido serias desinteligencias con Guzmán, informó LPO.

La ex presidenta le hizo saber al ministro de Economía que creía muy importante evitar el default y le dio garantías de respaldo para que siga negociando.