A partir del cierre dispuesto por Moscú al ingreso de importaciones provenientes de Europa, Estados Unidos, Australia, Canadá y Noruega, como respuesta a las sanciones aplicadas por la crisis con Ucrania, La Cámara de Comercio Argentino-Rusa (Caciar) convocó a productores de alimentos a aprovechar la creciente demanda de Rusia registrada en los últimos días para abastecerse su mercado.

La entidad indicó que desde el 7 de agosto, cuando el presidente Valdimir Putin impuso el cierre por un año, "se está recibiendo gran cantidad de pedidos de empresas rusas de primera línea, buena parte de ellas proveedoras de cadenas de supermercados que tiene exclusividad con importantes marcas europeas".

"Invitamos a todos los sectores productivos del país a capitalizar esta extraordinaria oportunidad", publicó hoy Caciar en su página web, en la que explicó que las importaciones rusas involucradas en el cierre de esos mercados equivalen a 18.236 millones de dólares, que el país pretende reorientar desde América latina.


De acuerdo con la evaluación de la cámara, la situación pone a los productores locales "en una posición privilegiada, ya que es necesario satisfacer la gran demanda que tiene el mercado ruso de mercaderías que Argentina podría abastecer".


Al respecto, precisó que más allá de los productos que Argentina ya exporta a Rusia, exiten oportunidades en otros rubros, como  aceite de oliva, pastas o productos gourmet.

El nuevo escenario de oportunidades en el mercado ruso fue también ponderado por el gobierno y las grandes empresas, que esta semana concretarán una misión conjunta a Moscú, de la que participarán los ministros de Industria, Débora Giorgi; de Agricultura, Carlos Casamiquela; y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, entre otros funcionarios.


Más allá de los resultados de la misión para ganar posición ante el cierre de los mercados, las empresas rusas ya enviaron consultas y pedidos sobre alimentos como quesos de todo tipo tanto en hormas como en embalaje final para góndola; lácteos en general, con preponderanca en yogur bebible, natural y leche descremada en polvo; pasta de alta calidad; conservas vegetales; productos de confitería; pescados, embutidos y derivados.

La decisión del gobierno ruso abre la posibilidad de cambiar el resultado y la composición de la balanza bilateral, que el año pasado sumó 2.440 millones de dólares, con un déficit para Argentina producto de importaciones por 1.724 millones y exportaciones por 716 millones, según datos de la Aduana, publicados por la cámara.