Finalmente, el Gobierno, Carrefour y el Sindicato de Comercio alcanzaron un acuerdo para superar la crisis de la multinacional francesa, afectada por una brutal caída del consumo; un acuerdo que apunta a salvar a la empresa sacrificando miles de puestos de trabajo.

En concreto, el arreglo incluye un piso de mil retiros voluntarios pagados al 150 por ciento y una rebaja a la mitad en las contribuciones patronales de la compañía por el término de un año y medio.

El convenio fue suscrito en la Quinta de Olivos por representantes de la empresa, el ministro de Trabajo Jorge Triaca y el titular del gremio de Comercio, Armando Cavalieri, quien así habilitó la pérdida de puestos de trabajo por causas ajenas a los trabajadores.

Como se sabe, el 6 de abril pasado, la cadena había solicitado el proceso preventivo de crisis a raíz de "la caída del consumo masivo” que “no ayudó" a superar las pérdidas que presenta la compañía desde hace dos años, según indicaron fuentes de la propia empresa.

Carrefour es la principal cadena de venta minorista en la Argentina. Hasta ahora cuenta con 19.000 empleados y más de 500 sucursales (entre hipers, markets y express) distribuidos en 22 provincias.

Según datos de su sede en Francia, las ventas totales argentinas habían sido en 2017 de 3.495 millones de euros (unos 87.375 millones de pesos), cifra 18 por ciento superior a la de 2016.

Sin embargo, se trata de un aumento ficticio, ya que ese 18 por ciento está por debajo de la inflación anual, calculada en un 25 por ciento; lo implica una caída real en las ventas.

Y esta situación se viene repitiendo en los últimos tres años, especialmente desde que asumió Mauricio Macri como presidente, cuyas políticas derivaron en fuertes caídas en el consumo popular. Sin contar los interminables tarifazos.