En el marco de las negociaciones con los acreedores de los bonos de deuda soberana argentina, varios referentes de la cultura nacional se manifestaron por medio de una solicitada  que se titula "La cultura le dice no a los buitres", publicada en el diario Tiempo Argentino.
El documento firmado por figuras vinculadas a la cultura y al mundo académico como Alejandra Darín, Horacio González, Juan Sasturain, María Seoane, Jaime Torres, Darío Grandinetti, Eduardo Jozami, Cecilia Todd, Patricio Contreras, Vicente Battista, Taty Almeida, Raúl Rizzo, Eduardo Fabregat, entre otros, convoca a "ganar espacios públicos, las calles, los sindicatos, las universidades y los más diversos ámbitos de creación cultural a identificar a quienes tienen intención de generar un nuevo ciclo de endeudamiento y negocios especulativos".
La propuesta es "ventilar con nombre y apellido a quienes desde nuestro propio sistema político -asociados a poderes económicos y financieros- no sólo han generado nuestras deudas, sino que ahora pretenden instruirnos sobre cómo afrontar sus consecuencias".
En esa línea, expresan que "repudiamos enérgicamente" a quienes "nos han endeudado para hundirnos en la miseria y el desempleo y hoy vienen a juzgar y dar soluciones que vuelven a ser para ellos y sus socios de afuera. Traen escondida la intención de generar un nuevo ciclo de endeudamiento y negocios especulativos, que pretenderán cobrar con políticas de ajuste y retroceso social".
Asimismo el texto repudia a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos al señalar que "la rapiña cruel de los financistas ocupa los nueve aposentos" del tribunal y a la justicia norteamericana de "no escuchar nada de lo que le pasa a los seres humanos". "Esa conducta intencionada revela la intensidad de la articulación del poder financiero con las estructuras jurídicas de los Estados centrales", señala.
La decisión de la Corte de no tratar el caso de los fondos buitre es para "castigar a nuestra Patria por haber intentado reconstruirnos con autonomía", y "como amenaza a cualquier nación que esté dispuesta seguir este digno camino".

En el marco de las negociaciones con los el Juez Griesa por el pago a los acreedores de los bonos de deuda soberana argentina, varios referentes de la cultura nacional se manifestaron por medio de una solicitada  que se titula "La cultura le dice no a los buitres", publicada en el diario Tiempo Argentino.

El documento firmado por figuras vinculadas a la cultura y al mundo académico como Alejandra Darín, Horacio González, Juan Sasturain, María Seoane, Jaime Torres, Darío Grandinetti, Eduardo Jozami, Cecilia Todd, Patricio Contreras, Vicente Battista, Taty Almeida, Raúl Rizzo, Eduardo Fabregat, entre otros, convoca a "ganar espacios públicos, las calles, los sindicatos, las universidades y los más diversos ámbitos de creación cultural a identificar a quienes tienen intención de generar un nuevo ciclo de endeudamiento y negocios especulativos".

La propuesta es "ventilar con nombre y apellido a quienes desde nuestro propio sistema político -asociados a poderes económicos y financieros- no sólo han generado nuestras deudas, sino que ahora pretenden instruirnos sobre cómo afrontar sus consecuencias".

En esa línea, expresan que "repudiamos enérgicamente" a quienes "nos han endeudado para hundirnos en la miseria y el desempleo y hoy vienen a juzgar y dar soluciones que vuelven a ser para ellos y sus socios de afuera. Traen escondida la intención de generar un nuevo ciclo de endeudamiento y negocios especulativos, que pretenderán cobrar con políticas de ajuste y retroceso social".

Asimismo el texto repudia a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos al señalar que "la rapiña cruel de los financistas ocupa los nueve aposentos" del tribunal y a la justicia norteamericana de "no escuchar nada de lo que le pasa a los seres humanos".

"Esa conducta intencionada revela la intensidad de la articulación del poder financiero con las estructuras jurídicas de los Estados centrales", señala.

La decisión de la Corte de no tratar el caso de los fondos buitre es para "castigar a nuestra Patria por haber intentado reconstruirnos con autonomía", y "como amenaza a cualquier nación que esté dispuesta seguir este digno camino".