Generando la pausa dramática después de preguntarle a Nelson Castro a cuanto debería estar el valor de referencia del dólar en caso de que quisiera volver a una convertibilidad, Roberto Cachanosky se despachó con un valor estratosférico.

El objetivo de este tipo de afirmaciones no es elaborar una teoría de laboratorio para demostrar alguna hipótesis de macroeconomía, sino generar un clima de incertidumbre que genere tensión en la brecha cambiaria para calentar un poco el clima antes de las elecciones.

Nada nuevo bajo el sol, pero no deja de ser patético ver como Cachanosky estira más su estilo entre canchero y apocalíptico, porque sabe que es la única forma que tiene para que lo sigan llamando .