Los dirigidos por Gallardo y Alfaro se vuelven a ver las caras en el mismo escenario donde los xeneizes defendieron el empate sin goles con uñas y dientes, y los hinchas locales les gritaron 'equipo chico' por esa actitud, tan solo un par de semanas atrás.

Pero esto es otra cosa. Es la Copa. El famoso mata-mata que popularizaron los brasileños. Y solo podrá contar la historia el que salga vivo de este cruce.