Dursun y Bitnel se volvieron a encontrar y el jugador quiso disculparse con el árbitro, por lo que eligió subirlo a sus hombros y pasearlo por el estadio, mientras compañeros, rivales y el público presente se deshacían en aplausos.

Hace un mes, el árbito Deniz Ates Bitnel había expulsado a tres jugadores de su equipo ante el Galatasaray y Dursun, en forma de protesta, le había sacado la tarjeta para mostrársela a él mismo, lo que le valió también la expulsión para dejar a su equipo con siete jugadores.