Un hincha se metió al campo de juego, y la terminó pasando muy mal. Ocurrió en Floresta, en el partido entre All Boys y Gimnasia y Esgrima de Mendoza, donde el fanático invadió la cancha, y terminó llevándose un hermoso caño de recuerdo.

El invasor saltó al terreno de juego, pero sin sotana. Es que Ernesto Garín, volante del conjunto mendocino, lejos de frenarse ante el intruso, primero lo eludió, y luego le tiró el túnel, dejando en ridículo al fanático, que luego fue detenido por la policía.