El muchacho salió a la cancha dentro del disfraz de la mascota de los toros de Chicago, para sorprender a la joven porrista con el anillo de casamiento.

La bailarina no entendía nada en el momento en que sus compañeras cambiaron la coreografía y la dejaron sola.

Sentada en el medio de sus compañeras, no tuvo más que contestarle "sí, quiero" al romántico fanático.