Mogi Mirim enfrentaba a Bragantino y perdía 1 a 0. Paulão había jugado la primera etapa con la casaca número cuatro y había sido amonestado por una patada a un rival. En el segundo tiempo salió a jugar con el número tres. Esto fue advertido por el árbitro, que le mostró la segunda amarilla y lo mandó a las duchas.

Una vez finalizado el encuentro, donde cayeron por 3 a 2, el defensor admitió que se equivocó y al cambiarse la remera en el descanso se puso una con 'otro' número sin darse cuenta.

Mogi Mirim, equipo donde juega el campeón del mundo Rivaldo, quedó en zona de descenso y además sufrió la expulsión más tonta de la historia.