La estatua del delantero Zlatan Ibrahimovic y una de sus viviendas en Suecia sufrieron actos de vandalismo en las últimas horas. ¿El motivo? Se dio tras anunciar que se convirtió en copropietario del Hammarby, rival del Malmo, su club de origen.

La efigie en bronce de casi 3 metros situada entre los dos estadios de fútbol de Malmo, inaugurada el mes pasado, fue pintada anoche con spray blanco y atacada con bengalas, además de aparecer escrita la frase "Muere, gitano", según recogen este jueves varios medios suecos.

El propio jugador, nacido y crecido en Malmo pero de origen bosniocroata, viajó hace un mes desde Estados Unidos, donde jugó las dos últimas temporadas, a su ciudad natal para inaugurar la estatua, un regalo de la Federación Sueca por ser el máximo goleador de la historia del equipo nacional.

La misma fue vallada y se colocó junto a ella un guardia de seguridad tras los incidentes, informó "Aftonbladet".

Una vivienda que la estrella sueca de 38 años posee en el centro de Estocolmo sufrió también ataques: le arrojaron arenque fermentado a la puerta principal, en la que alguien pintó con un aerosol la palabra "judas".