El delantero estrella portugués no pudo romper el 0-0 parcial al estrellar su remate en el palo tras ejecutar la pena máxima. Pero eso no fue todo.

Un defensor del Milan despejó lejos del área, la pelota quedó picando en el aire y el croata Rebic (el que marcó tras el blooper de Caballero) tiró una patada de taekwondo voladora contra el pecho de un rival.

Al árbitro del encuentro no le quedó otra que mostrarle la roja directa al jugador del Milan.