Agustín Rossi heredó el arco de Andrada con la responsabilidad de reemplazar a un nombre consolidado y querido por los hinchas de Boca.

Pero las actuaciones no fueron las esperadas por el arquero xeneize, que quedó marcado por su extraña reacción en el primer gol de Julián Álvarez en el clásico en cancha de River, y llevó a muchos a cuestionarlo.

Pero sus atajadas decisivas ante Argentinos Jrs en la semifinal de la Copa Argentina lo reivindicaron y Roberto Leto se golpeó el pecho porque siempre lo respaldó.