El enganche, hábil dentro y fuera de la cancha, rompió el silencio y manifestó todo su malestar.

Horas después de que Angelici y Falcioni, los dos máximos responsables de su salida de Boca, quedaran a un paso de sellar la continuidad del vínculo que los une, Riquelme disparó para todos lados.

El presidente fue quien se llevó la peor parte del descargo de Román. El "10" reveló que Angelici daba la orden de "sacar a la gente las banderas" en su apoyo y de negarle mostrar el próximo sábado en "La Bombonera" el premio que le dieron en Brasil como uno de los "mejores jugadores en la Copa Libertadores".

Contó que ni bien bajó del avión le pidió a su representante Daniel Bolotnicoff a que le pidiera permiso al presidente del club para mostrar ese trofeo porque "lo gané jugando para Boca", pero que el dirigente se lo negó.

Además, volvió a acusar a Angelici de "demorar en firmar los papeles" para que pueda jugar en un club del exterior.

El ídolo "xeneize" aseguró que tanto el presidente actual como su antecesor, Jorge Amor Ameal, operaron en su contra en las tribunas, al igual que lo hizo la barra brava.

A su vez, avanzó contra la barra brava que comanda Mauro Martín: "Los muchachos de atrás del arco les sacaban las banderas a la gente porque nunca les di plata".

También ninguneó al entrenador Julio Falcioni, tras asegurar que Boca "no sabe a qué juega".  

"Boca es favorito y quiere ganar pero no tiene una manera clara de jugar y si no sabés a qué jugar, no sabés cómo ganar...no tiene claro lo que quiere", agregó.

Incluso anunció que no irá a la cancha y se quedará en su casa viéndolo por televisión. "Ojalá hagan tres toques, me voy a poner contento".

Por último, Riquelme concluyó con una frase para los hinchas: "La camiseta de Boca la voy a sentir como mía y la voy a sentir así hasta el día que me muera".