De la noche a la mañana River pasó de ser un equipo confiable y con espíritu ganador a no poder terminar con el arco en cero por errores garrafales propios e ineficaz en ofensiva.

La derrota ante Independiente mostró esas dos caras: el insólito segundo gol de Velazco en el que un hasta ahora infalible Armani se vistió de Batalla y dejó pasar una pelota sencilla, y la falta de contundencia para concretar en el arco rival lo que genera el equipo.

Copa Diego Maradona | Fases | Fecha 5 | resumen de River - Independiente