Una situación confusa se vivió en el clásico santafecino. Pablo Ledesma realizó una jugada individual y, cuando estaba por definir, tiró su botín hacia adelante, lastimó a Nereo Fernández y convirtió el gol.

Lo curioso fue que el árbitro Fernando Espinoza, que había convalidado el gol, a instancias del línea dio marcha atrás y cobró foul para Unión.