Hacerse respetar es una de las premisas de los árbitros de cualquier de fútbol y más aún de fútbol. Este domingo en Mendoza sucedió un hecho extraño, polémico. El árbitro Adrián Franklin no toleró una protesta de un jugador de All Boys, se plantó, lo empujó y lo amonestó.

Y reanudó rápidamente el juego para evitar la reacción en masa de los jugadores del equipo de Floresta.

¿El partido?

Independiente Rivadavia ganaba 2 a 0 pero All Boys se lo empató 2 a 2 el estadio Bautista Gargantini, en un encuentro válido por la 30ª fecha de la Zona B del torneo de la Primera Nacional.