Uno creería que en el primer mundo éstas cosas no suceden, pero evidentemente nadie está exento. Un asalto violento lo puede sufrir cualquiera, así sea una estrella mundial de fútbol y viva en uno de los barrios más lujosos de París.

Generalmente los hechos suelen contarse después de terminados los encuentro: la muerte de un familiar, un accidente, o alguna situación que involucre al jugador. En este caso fue en medio del partido y Fideo debió salir raudo del campo de juego para ver que había ocurrido.

Mauricio Pochettino fue quien decidió privilegiar el estado mental de su jugador antes que el resultado, y en la conferencia de prensa posterior se refirió a lo sucedido.