“La Junta ha intentado suspender el partido de todas las formas posibles, pero no ha podido. Han bajado al vestuario y lo hemos debatido. Al final nos hemos decantado por jugarlo. Ha sido muy difícil sin nuestra afición. Después de todo lo que ha pasado hoy en todas las partes de Cataluña ha sido la peor experiencia que he tenido en toda mi vida. Quería que acabara lo antes posible e intentar ganar. El partido era lo menos importante en el día de hoy”, explicó el defensor Gerard Piqué.

Piqué también reflexionó sobre el referéndum en Cataluña y los hechos de violencia que empañaron un día democrático. “Hoy niños, abuelos, familias enteras han intentado ir a votar y no ha sido posible. Llevamos 6 o 7 años en los que la gente se manifiesta sin ningún tipo de violencia y hoy los actos los ha visto todo el mundo. Creo que habrá consecuencias”, advirtió.

Y cuando todos menos lo esperaban se quebró. Le tembló la voz y las lágrimas empezaron a salir de sus ojos. De su corazón. “Soy y me siento catalán y hoy más que nunca me siento orgulloso de ser catalán. No ha habido ningún acto de agresión y han tenido que venir la Policía Nacional y la Guardia Civil para actuar de la forma que han actuado”.

Tampoco se escondió cuando le preguntaron acerca de su futuro en la Selección de España. El defensor, que fue convocado para los dos próximos encuentros de La Roja, quiso diferenciar su sentimiento catalanista del deseo de jugar con el equipo nacional: “Creo que puedo seguir yendo a la selección porque hay mucha gente en España que está en total desacuerdo con estos actos, si no, no iría. Pero si alguien piensa que soy un problema o molesto no tengo ningún problema en hacerme a un lado y dejar la selección antes de 2018”.