"Si ahora me toca estar en la selección y ser titular, se debe al buen rendimiento que vengo sosteniendo en el día a día. Pero esto viene acompañado también de un crecimiento personal", dice Pastore, sereno, en el lobby del hotel de la concentración argentina, durante una extensa entrevista con Télam.

El 'Flaco' remarca que vivió "en Italia y Francia, que son dos culturas diferentes en las que aprendés de todo y te vas haciendo un poco más hombre", al tiempo que cuenta: "Hace 20 días que fui padre por primera vez y eso es algo incomparable. Por eso lo entiendo a (Lionel) Messi cuando dice que es más lindo cambiarle los pañales a su hijo que gambetear a un rival".

Pastore profundiza la idea: "Estoy entrando en la edad más linda para un jugador y llevo ya seis años en Europa que me hicieron crecer muchísimo. Desde aquel pibe del Huracán de Ángel Cappa al que soy hoy en día, hubo dos clubes como Palermo y París Saint Germain en el medio que me cambiaron mucho".

Su ficha en el pizarrón de Martino

"Me siento tan cómodo jugando de enganche como si debo tirarme a un costado cuando Martino para un 4-3-3. El triángulo del medio cambia según el rival, pero para mí es lo mismo. Lo que sí, siempre trato de buscar los espacios a espaldas de los volantes rivales", puntualizó.

Y consideró que para él es más fácil porque "acá me toca jugar igual a como lo hago durante todo el año en PSG, y en eso le llevo ventaja al resto de mis compañeros". Aunque aclaró que "el 'Tata' me da libertad para moverme por donde mejor me parezca y también que pueda terminar de delantero".

De socios y amigos

"Dentro de esa libertad que nos da el técnico a los de adelante, mi mejor socio es (Ángel) Di María, porque siempre te pide la pelota al espacio para terminar la jugada. En cambio con Messi es diferente, porque la viene a buscar mucho más al pie para tirar paredes", advirtió.

"Es que lo que a mi más me gusta es jugar con los extremos, juntarme con ellos para tocar y después darle el último pase al 9. Eso es lo que siempre hice y lo que más disfruto", apuntó.

Claro que no todo pasa por "la pelotita" al pie, sino que dentro de esa libertad que Martino les otorga "a los cuatro de arriba", algo con lo que insiste porque él se siente "el cuarto atacante" detrás de Messi, Di María y Sergio Agüero, también hay obligaciones que cumplir, como por ejemplo "la presión alta", un sello característico del "Tata" pre Barcelona.

"Los cuatro somos los primeros en hacerla y en ese aspecto mejoramos mucho en esta Copa América respecto de los amistosos anteriores. Y eso pasa porque ya se va viendo todo el trabajo que hacemos aquí durante la semana y los propios partidos", precisó.

"Y esto es algo que compete también a los volantes, porque son ellos los que después tienen que salir a presionar detrás nuestro", cuenta Pastore, ex jugador e hincha "fanático" de Talleres, de Córdoba.

El futuro ya llegó

Insiste en la idea de que el presente que vive es por su pasado, el más reciente: "En PSG tuve la oportunidad de jugar casi 60 partidos en el año, algo que nunca me había pasado. Y eso es muchísimo".

"Pero además me siento muy bien físicamente y volver a la selección fue un plus que me generó más confianza en mí mismo todavía", dijo, se rió de que lo llamen Il Fantasista II (el uno fue Zidane), y concluyó: "La verdad que hoy no le puedo pedir más a la vida. Me dio más de lo que había soñado cuando empecé a muy chiquito a jugar a la pelota".