El arranque de año no puede ser peor para Boca, el campeón defensor de la Copa Argentina y del torneo de Primera División. Y como para coronar un verano de terror, fue borrado literalmente por el San Lorenzo de Pablo Guede, que lo goleó 4-0 en el Mario Alberto Kempes de Córdoba, para adueñarse de la Supercopa Argentina.

Todo comenzó con intensidad por parte de ambos equipos. Rodolfo Arruabarrena sorprendió repitiendo el esquema que había mostrado en uno de los Superclásicos ante River, con la presencia de cinco defensores, y sin Nicolás Lodeiro entre los titulares, mientras que Guede mandó a la cancha a Marcos Angeleri, quien se bajó del avión hace unos días.

Fue justamente ‘Mambrú’ quien tuvo la primera clara de la noche, pero definió altísimo para el ‘uh’ de toda la cancha, tras una pelota parada que lo dejó solísimo en el área. Luego fue Carlos Tevez, otra vez bajísimo de nivel, quien desperdició un mano a mano claro, definiendo en contra del manual y tirando la pelota ancha.

Parecía que se iban los primeros 45 minutos de juego sin más que buenas intenciones, hasta que tras una gran jugada colectiva, Fernando Belluschi, flamante incorporación del ‘Ciclón’, la clavó en el ángulo con un zurdazo espectacular, para abrir el marcador a nada de irse al descanso. Sin dudas, el golazo llegó en el momento justo.

Así, tras el entretiempo fue todo de San Lorenzo. Entre Belluschi, Néstor Ortigoza y Ezequiel Cerutti se adueñaron del balón y lo manejaron a su antojo, haciéndolo circular de un lado al otro, aunque el equipo no lograba cerrar el pleito, y Guede tuvo que esperar a que los goles para liquidar lleguen desde el banco de suplentes.

Entonces Pablo Barrientos saltó a la cancha para sumarse entre las figuras del juego. Y en una contra muy bien armada, el ‘Pitu’ quedó cara a cara con el arquero tras un pase de Belluschi, engañó a Daniel Díaz con la mirada, como haciéndole creer que iba a pasar la pelota, y definió con un puntazo alto, para hacer imposible el esfuerzo de Agustín Orión.

El 2-0 era más que justo por el desarrollo del segundo tiempo, aunque Barrientos quería más, y a falta de siete minutos para el final, se hizo cargo de un tiro libre al borde del área, y la clavó en un ángulo con un zurdazo precioso, que el arquero de Boca hizo más espectacular con su inútil volada. Golazo, doblete y partido liquidado.

Como para hacer historia, y aportar a la famosa “ley del ex”, el también ingresado en el segundo tiempo y surgido de la cantera ‘xeneize’, Nicolás Blandi, no perdonó tras otro lindo pase en profundidad del ‘Pitu’, y con un derechazo cruzado estableció el 4-0 que sentenció la final en Córdoba y le entregó la Supercopa al ‘Ciclón’.

De esta manera, San Lorenzo cerró una noche espectacular, con una goleada que será histórica ante un clásico con Boca, que seguramente quedará más que preocupado con esta dura caída. Guede sumó espalda, los de Boedo se alzaron con la Supercopa Argentina, y además, clasificaron a la edición 2016 de la Copa Sudamericana.