El miércoles por la noche, más de uno se preocupó cuando lo vio a Emanuel Ginóbili retorcerse de dolor en el piso del AT&T Center, producto de un rodillazo sin intención propiciado por Ryan Anderson, ahí, donde más le duele a un hombre.

El bahiense tuvo que dejar la cancha en el 27º triunfo consecutivo de San Antonio en casa en la temporada, esta vez ante New Orleans Pelicans, tras lo que parecía ser un golpe más, que hasta podría generar risas y algunas bromas de sus compañeros.

Pero no. Manu abandonó el estadio inmediatamente, y en la madrugada del mismo jueves fue sometido a estudios que revelaron una lesión testicular, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, según relata el periodista Matías Baldo en Canchallena.com.ar.

La operación marginará “indefinidamente” a Ginóbili de las canchas, de acuerdo con el reporte oficial de San Antonio Spurs, aunque según informa el medio citado, el argentino, como mínimo, necesitará un mes de reposo para recuperarse.

El equipo texano atraviesa un buen momento en el inicio de la temporada, en la que marcha en segunda posición de la Conferencia Oeste, con un récord de 41-8, gracias, en parte, al aporte de Ginóbili, que se encontraba en gran nivel. Sin dudas será una baja sensible para Gregg Popovich.