Portugal comenzó con el pie derecho cuando su emblema y capitán Madjer anotó, a los tres segundos, el gol más rápido del torneo y de todas las finales. La ventaja tranquilizó a la gente anfitriona, que supo neutralizar por momentos el juego vistoso de su rival y además contó la solidez de Andrade en el arco. Un tanto de Belchior le permitió llegar al primer descanso con una buena ventaja.

Cuando Coimbra convirtió el tercero para el conjunto local, el partido parecía abrirse. Sin embargo, Tahití respondió rápidamente con los goles de Tearii Labaste y Raimana Li Fung Kuee. Hasta le dio un susto grande al dueño de casa cuando estuvo a punto de igualar el marcador. No obstante, un tiro libre de Bruno Novo le permitió a Portugal entrar el período final dos tantos por encima de su rival.

El tempranero descuento de Li Fung Kuee le agregó dramatismo a los últimos minutos del partido, sobre todo cuando la figura de Tahití erró increíblemente lo que hubiese sido el empate con el arco libre.

Portugal recién encontró paz y alivio a 58 segundos del final, gracias a una oportuna aparición de Alan para sentenciar el pleito y desatar el festejo de la parcialidad local que festejó con mucho fervor el primer título oficial de su historia (en 2001 se había cosagrado en la Copa de Bahía, cuando el certamen no estaba bajo la tutela de la FIFA).

En tanto, horas antes Rusia e Italia disputaron el partido por el tercer puesto. El hasta entonces actual bicampeón del mundo se impuso por 5-2 con goles de Shaikov, Peremitin (2), Romanov y Paporotnyi. Para la azzurra anotaron Palmacci y Marinai.