Luego del triunfo por la mínima en Belo Horizonte, Cruzeiro venció 2-1 a Corinthians en Sao Paulo para establecer un global de 3-1 y quedarse con la Copa de Brasil en una jornada en la que el VAR tuvo intervenciones muy polémicas.

El certamen incorporó la tecnología durante los playoffs, y en el encuentro decisivo tuvo mucho protagonismo: la igualdad del encuentro para el dueño de casa llegó a través de un muy dudoso penal, que el árbitro cobró luego de revisar la jugada.

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Con el resultado parcial 1-1, el ingresado Pedrinho clavó un golazo que ponía la serie 2-2, pero el juez, también a instancias del VAR, invalidó la acción por un supuesto manotazo previo al jugador Dedé.

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Ya sobre el final llegó el tanto del uruguayo De Arrascaeta que sentenció el encuentro y la final en favor del conjunto de Belo Horizonte.

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