En declaraciones por radio Mitre, Mauricio Macri volvió a referirse a la complicada situación que atraviesa el fútbol argentino, ante en lo financiero como en lo que respecta a las barras bravas que azotan las canchas de nuestro país.

Coherente con su ideología y con lo que pretende hacer con el Estado, el Presidente de la Nación insistió en privatizar los clubes, como si fuese una panacea de la que pueden abrevarse soluciones mágicas.

"Hay un agujero financiero muy grave", y "así no puede seguir", aseveró, advirtiendo que "lo más importante es que haya responsabilidad en cada club. No puede ser que un dirigente, por ganar, sea presidente y luego uno encuentre que el club está fundido".

Así, mostró favorable de que los clubes puedan implementar "optativamente la figura de la sociedad anónima", una figura "que el mundo aceptó y funcionaron" porque "cuando uno ve el fútbol de otros países, ve algo organizado, dinámico, competitivo, que crece".

Para Macri, lo fundamental no es terminar con el déficit financiero del fútbol ni con los barras, sino hacer del fútbol argentino lo que sucede en varios países europeos, donde hay dos o tres equipos millonarios que ganan siempre los torneos mientras los pobres se limitan a su papel de partenaire.