El partido terminó como nadie imaginaba, con Banfield resignado a que un trámite que le fue desfaborable durante todo el encuentro no se iba a torcer.

Los juveniles de Boca -que el viernes habían disputado el encuentro de la categoría contra el mismo rival- mostraron no solo una disposición y un espíritu combativo encomiable, sino una vocación ofensiva y una precisión en el pase que desdibujó totalmente al Taladro, atado ante el cambio de planes y la obligación de mostrar la diferencia de niveles que no se vio en ningún momento.

El 0 a 0 termina siendo corto para el visitante pero para los pibes valió como una victoria y así lo celebraron en el vestuario.

VAMO' VAMO' LOS PIBES EL FESTEJO DE LOS JUVENILES DE BOCA TRAS EL EMPATE ANTE BANFIELD