De cara al trascendental partido del próximo miércoles 14, en Mendoza, Boca llega con una cómoda ventaja en la cima de la Superliga y River hundido en una crísis futbolística. ¿Pero cómo llega el otro gran protagonista de la final? El árbitro Patricio Loustau viene de dos partidos repletos de polémicas desde que Horacio Elizondo lo designó para dirigir la Supercopa Argentina.

Primero, el fin de semana pasado en Racing-Vélez. Expulsó bien a Lisandro López por una criminal patada sobre Hernán De La Fuente, pero en la misma jugada echó inexplicablemente al juvenil del 'Fortín'. "No entiendo por qué me mostró la tarjeta", dijo el jugador del equipo de Liniers, víctima de la agresión del ídolo de la 'Academia'.

Más tarde, le mostró la tarjeta roja a Cufré, de Vélez, por una jugada que merecía solo una amarilla. También a Sigali, en el cuadro local, por un pisotón que no existió. En ese partido, también se comió un penal que le hicieron a Lautaro Martínez.

Anoche, en el encuentro entre Barcelona de Ecuador y General Díaz, de Paraguay, Loustau le cobró una mano insólita a Ariel Nahuelpán, jugador del conjunto ecuatoriano.

Fue cuando el partido estaba 1-1 (tras el 0-0 de la ida). La pelota impactó en la mano del jugador (sin intención), después de que cabeceara hacia abajo, tratando de despejar. El ex Nueva Chicago ningún momento intentó sacar ventaja. De ese penal llegó el 2-1 del equipo paraguayo, que se terminó clasificando.