Toda la frescura e irreverencia que muestra en la cancha se apaga cuando se trata de decir un par de frases mirando a una cámara que lo está grabando.

Aunque para muchos es sencillo y lo hacen con naturalidad, para otros es motivo de presión y nervios.

Así le resultó a Julián Álvarez, la joya del fútbol argentino, que se trabó en varias oportunidades y el club decidió agregarle esos intentos fallidos al video final.