Una sana costumbre dice la historia por Lomas de Zamora, porque Los Andes le ganó otro clásico barrial a Temperley por 1 a 0 con el gol de 'Polaco' Linas y extendió su paternidad. El delantero del 'Milrayitas' no jugaba como titular desde hace mucho tiempo tras diferentes lesiones, pero en la tarde del sábado se vistió de héroe y le dio la tercera victoria consecutiva al equipo de Juan Carlos Kopriva. Desde la llegada del 'Vikingo' a la dirección técnica, los de Lomas van invictos con tres empates y tres triunfos. 

La tarde fue perfecta para el hincha lomense: 30 mil personas se dieron cita en el estadio Eduardo Gallardón (uno de los más grandes del ascenso con capacidad para 36 mil espectadores). Recibieron al equipo con una fiesta descomunal donde no faltaron los cantos contra su rival, papelitos, globos, bombas de humo y todo lo que se le ocurra. Encima el equipo le dio otro triunfazo que lo acomoda en la tabla de los promedios, aunque aún no se salvó del todo.

Ni el más optimista de los fanáticos podría haberse imaginado este presente del equipo. Es que hasta hace seis fechas solo acumulaban derrotas y empates que no servían de mucho para salir de la zona de descenso directo, lugar que pelea con Quilmes y Morón.  

Fue un partido perfecto, según los planes del DT: ''Los jugadores jugaron un clásico, lo entendieron así". Mientras que los del 'Cele' jugaron un partido más sin mayor entrega como se deben jugar estos encuentros diferentes. Los Andes entendió que se jugaba mucho más que el honor por el barrio, debía seguir en la senda del triunfo para continuar sumando y alejarse de la zona roja de la tabla de los promedios. 

En el primer tiempo se vio a un Lomas con mucha entrega y actitud frente a un 'Gasolero' tibio y sin ideas que incomodó en solo dos llegadas al arquero local, Leandro Requena. Y en el minuto 28 llegó el centro perfecto de Franco Peppino a la cabeza del 'Polaco' Linas que la mandó a la red y desató la locura en las tribunas que explotaban de almas felices. 

El complemento fue muy malo para los dos, en cuanto al fútbol, porque no llegaban con claridad y ninguno lastimó. El equipo de Kopriva entendió que el 1 a 0 estaba bien por el tramite del encuentro y se replegó atrás a la espera de un contragolpe para que Lenci metiera el segundo de la tranquilidad. Tranquilidad que llegó sólo cuando el arbitro marcó el final y la fiesta fue total en Lomas de Zamora. 

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