LeBron James mide 2,03 metros de altura, pero su ego es mucho más grande. El alero y figura de los Cleveland Cavaliers fue protagonista de una situación insólita en la NBA.

A pesar de que su equipo iba ganando con comodidad, luego de no recibir un mal pase de un compañero decidió de manera unilateral sentarse en el barco de los suplentes. Así es, sin que el entrenador se lo pidiera ni de un tiempo muerto.

Como podrán ver, no es nada fácil manejar a este tipo de estrellas.