Una situación curiosa se vivió en el fútbol de Bulgaria, durante la final del playoffs por un boleto a la próxima edición de la Europa League, cuando a un futbolista le arrojaron una lata de cerveza, bebió unos tragos y luego anotó un gol.

Fue durante el juego entre Voltava y Levski Sofia, cuando el juego debió detenerse a la media hora de partido debido a la actitud violenta de los hinchas, que arrojaron todo tipo de proyectiles hacia el terreno de juego.

En ese momento, el defensor Ivan Bandalovski, del Voltava, tomó una de las latas, y con mucho sentido del humor, le dio algunos tragos. Lo más curioso es que, sobre la hora, marcó el agónico tanto de la igualdad, que derivó en la definición por penales.

Desafortunadamente para el simpático de Bandalovski, el Levski se impuso 9-8 en los penales y se quedó con el pasaje a la ronda previa del certamen continental.