Fue una noche donde todo salió mal. Chris Weidman salió confiado para abrir el combate ante Uriah Hall con una patada que golpeó contra la rodilla de su oponente, y se quebró su pierna. Aún aturdido por el impacto no se dio cuenta de que se había fracturado pero cuando intentó apoyar el pie sintió como la tibia se doblaba, enviándolo a la lona.

La pelea se detuvo inmediatamente, lo subieron a una camilla y lo retiraron del estadio rumbo a un hospital donde será intervenido quirúrgicamente. 

Para Weidman, fue testigo de la misma lesión cuando enfrentó al mítico Anderson Silva y vio como al brasileño se le quebraban los huesos de su pierna. Es probable que, a sus 36 años, esta lesión signifique el final de su carrera en la UFC.