"Sé que en un momento tan difícil del mundo hubiera sido mejor no equivocarme con el COVID, pero me equivoqué al salir a cenar. No fue una fiesta, pero me equivoqué de todos modos y me disculpo", ensayó Paulo Dybala como disculpas públicas luego recibir una multa por ir a una reunión clandestina.

Fue así: el argentino, el brasileño Arthur Melo y el estadounidense Weston McKennie, jugadores de la Juventus, fueron multados por policías italianos por organizar en la noche del miércoles una fiesta pese a estar prohibido por las medidas que tomó el gobierno para bajar los casos de contagio de coronavirus.

Según informó este jueves la prensa italiana, la fiesta fue organizada en casa de McKennie, ubicado en un cerro en las cercanías de Turín y tuvo aproximadamente 20 invitados, incluidos Dybala, Arthur y sus respectivas familias.

Tal publican los diarios locales, los policías avisados por los vecinos, acudieron a la casa de McKennie en torno a las 23.30 locales y multaron a las personas presentes.

Además, la reunión fue organizada cuando faltan menos de tres días para el importante derbi contra Torino del próximo sábado, una cita en la que Juventus tiene prohibido fallar tras una temporada hasta este momento muy negativa y en la que podría cortar su racha de nueve títulos consecutivos en la Serie A.