Flavio Azzaro lo vio de lejos. Apenas se conoció que Racing ponía el billetazo por Edwin Cardona advirtió que las posibilidades de que esta apuesta saliera bien eran bajísimas.

Y el tiempo le dio la razón, jugando poco y mal, generando situaciones extrafutbolísticas y terminando con su detención por manejar borracho cuando había ido a cenar a Puerto Madero.

CARDONA: ¡ANDATE, IRRESPETUOSO!