Las causas que llevaron al triunfo japonés
Tokio será la cede de los JJOO 2020, y esta decisión se sustentó en varios argumentos que sirvieron para que el COI se incline por la ciudad asiática. Su estabilidad socioeconómica, el tratamiento hacia una figura del mundo árabe por parte de los vencedores, y una jugada de Madrid que se le volvió en contra, fueron algunos indicios de la victoria.
La elección de Tokio fue una sorpresa para muchos, pero en especial para los españoles, quienes tenían una excesiva confianza y estaban convencidos que iban a quedarse con la organización. Tal era el optimismo, que el diario El Mundo se atrevió a publicar en su tapa que “50 de los 98 miembros del COI han prometido votar a Madrid”, titular que no habría caído para nada bien en los integrantes del comité.
En la nota publicada en el medio español, se daba el nombre y apellido de las personas que, según el diario, iban a darle su voto a Madrid. Sea cierto o no, en definitiva el voto es secreto y puede ser modificado a último momento.
Otro de los motivos que llevaron al COI a darle la derecha a Japón se fundamenta en la estabilidad económica y social que ostentan los asiáticos. En este ítem, los nipones eran claramente favoritos con respecto a Madrid, que se encuentra atravesando una dura crisis, con un 25% de desocupados; mientras que Estambul, en los últimos meses, fue testigo de una serie de protestas juveniles, y no se puede dejar de lado el conflicto que vive Siria, ubicada a poco más de 1.300 kilómetros de la ciudad turca.
Finalmente, otra de las razones se cocinó en búnker nipón. Se trata de la presencia del miembro COI Ahmed Al-Sabah, el jeque kuwaití que tiene una importante influencia en el movimiento olímpico y en el mundo árabe, quien fue recibido casi como un héroe deportivo y con aplausos por la delegación japonesa. Otro integrante que tuvo una muy buena recepción fue el senegalés Lamine Diack.
En consecuencia, se puede establecer que el secreto para el triunfo de Tokio estuvo en la coordinación de varios elementos: estabilidad socioeconómica, un proyecto y una organización con el sello de calidad nipona, y el poder de negociación necesario para convencer al COI.