La ausencia de Neymar ante el Guangzhou Evergrande chino ya era sabida. Por una lesión fibrilar en la pierna izquierda, el brasileño no jugó. Pero la inesperada ausencia de Lionel Messi sorprendió al mundo del fútbol y encendió las alarmas.

El futbolista rosarino no estuvo en el Yokohama Stadium por un cuadro de cólico nefrítico. Tras el encuentro (donde Barcelona goleó 3-0), el secretario técnico del club catalán, Robert Fernández, informó que "Messi no está bien. Vamos a esperar su evolución a ver cómo pasa esta noche para decidir si está en condiciones de jugar el próximo partido".

Para colmo, el Dr. Antonio Alcaraz, jefe de la unidad de urología del Hospital Clínic de Barcelona, trajo más preocupación al comentar: "El plazo habitual para que un paciente esté en perfectas condiciones, incluso para el deporte de élite, es de 24 horas a partir de la expulsión, pero si Messi no saca la piedra 48 horas antes de la final es difícil que pueda jugar debido a la falta de actividad. Aunque eso ya es más decisión del técnico y de los preparadores físicos".

Lo cierto es que existe un antecedente donde 'La Pulga' se perdió una final del Mundial de Clubes. Fue en 2006, donde por una fractura en el pie izquierdo no pudo estar presente ante el Internacional de Porto Alegre. Y los hinchas de River se pueden entusiasmar ya que aquel día el conjunto brasileño le ganó al catalán (sin Messi) por 1-0 y se consagró campeón.

Casi diez años atrás, el rosarino no fue de la partida porque en un partido de la Liga española ante el Zaragoza, disputado el 12 de noviembre del 2006, sufrió la rotura del quinto metatarsiano del pie izquierdo. Messi fue operado por ese motivo y estuvo tres meses afuera de las canchas.