Mauro Icardi es goleador, capitán y dueño del vestuario del Inter.

Quedó demostrado una vez más en el festejo del cumpleaños del defensor Davide Santon, que fue inmovilizado en una camilla del vestuario tras el entrenamiento para que el argentino lo "atendiera".

Armado con dos huevos, se los rompió en la cabeza a la víctima en su 26 aniversario, y sus compañeros hicieron el resto del engrudo arrojándole harina. 

Por las manos de Icardi ya pasaron el delantero Eder y el arquero Daniele Padelli.