San Lorenzo ya había vencido 2 a 0 a Rosario Central en su cancha con un tanto suyo, pero el centro delantero cuervo apuntó a lo que sucedió sobre el cierre del encuentro cuando jugadores, suplentes y cuerpos técnicos se trenzaron en una discusión con insultos y golpes.

Todo comenzó con una gambeta de Angel Romero a quien atendieron de mala manera y la pasividad del árbitro para resolver la situación.

Por eso Di Santo pidió que se cuide más a los habilidosos. Tendrá que seguir esperando.