El fútbol sueco, a nivel clubes, es de lo más flojo del continente europeo. Sin embargo, hay jugadores que salen de esa máxima y se destacan por sobre el resto.

Es el caso de Daryl Smyile, jugador del Jonkopings, que con su golazo ante Orgryte logró trascender fronteras. El volante le pegó desde 70 metros para sorpresa del arquero rival y se ganó el aplauso de todos.