En plena final del Masters 1000 de Roma, Novak Djokovic, el Nº1 del ranking mundial, no tuvo mejor idea que plantarse y pelearse con un argentino. ¿De quién estamos hablando? de Damién Steiner, el juez de silla designado para dirigir el partido. 

Mientras perdía contra el británico Andy Murray, el serbio tuvo una discusión con el umpire, ya que Steiner se negaba a suspender el partido por la lluvia, tal como pretendía el jugador.

Cuando estaba cayendo por 3-6 y 3-4 con break abajo, Djokovic realizó una insólita declaración: "¡No quiero jugar más!", le dijo al juez. quien respondió: "Tenés que jugar, ya no llueve". 'Nole' replicó: "Ahora no llueve, pero estuvo lloviendo durante una hora". Pese a que hubo una ligera lluvia, el partido no se detuvo en ningún momento. El umpire argentino le puso los puntos a la estrella del tenis.

La insólita discusión de Djokovic con un juez de silla argentino

Djokovic venía de ser advertido con un "warning" por Steiner, por "abuso de raqueta", ya que el serbio la lanzó contra el piso, rebotó y terminó en la platea, en las manos de un espectador.

Luego del partido, en la conferencia de prensa le preguntaron a Djokovic por la situación y contestó: "Pedí tener una pausa de unos minutos para arreglar la cancha. No entendí por qué no podíamos parar el juego. Jugamos en un campo muy mojado, sobre todo en la línea de fondo, y podíamos lesionarnos. ¿Es necesario que uno se lesione antes de que se vea que no se puede jugar? Para mí es ridículo que el árbitro, que no lleva zapatillas de tenis, baje al campo y diga: sí se puede jugar", concluyó su queja el serbio.