No quedó nadie sin agradecer. Para el equipo de Entre Ríos, representante de un pequeño pueblo de no más de 2.000 habitantes, la noche del partido con River donde cayeron 4 a 0 quedó marcada para siempre en su historia.

Pero no solo para ellos, miles de futboleros en todo el país quisieron tener la camiseta del equipo para añadir una a su colección o para vestir la extrañísima vestimenta de un equipo que de la nada estuvo en boca de todos.

Y el club, en un gesto que lo engrandece, le agradeció al mundo del fútbol por haberlos acompañado en una noche inolvidable.