Fluminense le ganó 2 a 1 a Al Hilal y se metió inesperadamente en las semifinales del Mundial de Clubes.

Los goles llegaron de los pies de dos de sus mediocampistas Matheus Martinelli, a los 40 minutos, y Hércules, a los 70.

Pero antes del encuentro, el capitán tricolor dejó una arenga para el recuerdo:

En 2014, durante el Mundial, fui unos días a casa y llegó mi padrastro, la persona que me hizo ser lo que soy hoy… él estaba enfermo y yo no sabía cuán grave era. No lo sabía.”

"Terminó el Mundial, él fue internado y yo me fui a París a hacer la pretemporada. Y en uno de los primeros partidos, mi esposa me llama y me dice: ‘tu padrino murió’."

“No fui a verlo al hospital porque pensé que iba a salir… ¿Qué quiero decir con esto? No dejen para después lo que pueden hacer ahora. Porque después, ya no hay tiempo."

"Aprovechen el momento, disfruten, con alegría pero con responsabilidad. Necesitamos terminar con once, no lleven esto al lado desleal, sean leales pero compitan. ¡Tienen que competir, carajo!".