Como coletazo de la eliminación ante River el miércoles pasado por los octavos de final de la Copa Libertadores, 'Licha' López admitió que pudo haber sido su "último partido" en ese torneo, ya que hasta el momento no está clasificado para la próxima edición y depende de una combinación de resultados deportivos ajenos para lograrlo.

"Personalmente es un momento muy duro, tenía la ilusión no solo de competir sino de ganar esta Copa. Seguramente haya sido el último partido de Libertadores de mi vida, me da mucha sensación de bronca, en diciembre van a ser tres años de que volví al club para ser campeón y eso no se dio. Ni siquiera llegamos a pelear alguna de las competencias que jugamos. Es frustración y es difícil de digerirlo", empezó la conferencia de prensa.

Sobre su futuro, agregó: "Todos los días estoy pensando qué será de mí... Tengo la obligación de pensar primeramente en el domingo porque es la verdad, no un cassette. Estoy con la cabeza, más allá de la frustración y el dolor, puesta en el domingo y en lo que viene hasta diciembre, y seguramente llegando ahí pensaré en mi futuro".

El capitán, además, evitó referirse a lo ocurrido con Ricardo Centurión ante River, su expulsión y los gestos hacia la tribuna, haciéndose la franja horizontal de la camiseta de Boca, acto por el cual la dirigencia de Racing lo está evaluando.

"Ninguno de nosotros estamos en la piel de Ricardo para saber si es difícil ser él o no. No tengo ganas de hablar de Ricardo. Lo de River fue una provocación de Enzo y una reacción, creo que los dos se equivocaron. Me comentaron esta mañana que Enzo pidió disculpas y eso es muy valorable, porque todos nos equivocamos, pero bueno, ya quedó ahí y hay que mirar para adelante", sostuvo.